martes, marzo 21, 2006

Sentido de la vida y Ateísmo

Tarde o temprano, cuando se habla acerca del tema de Dios, aparece el tema del sentido o significado de la vida. Se pone el acento en que, desde el ateísmo, el cosmos en general y la vida humana en particular, en último término son un absurdo.

De algunas de las respuestas que se suelen dar, he encontrado una interesante porque es representativa de muchos ateos.



"El que todo termine en la nada no tiene nada que ver lógicamente con que la vida tenga o no sentido. El sentido de la vida lo da cada uno, independientemente de si vaya a haber algo después o no".

Respuesta muy interesante, pero ¿se cree la respuesta que da?

Nos dice que no hay conexión lógica entre el que todo acabe en nada y el sentido de la vida.

Habría que ver lo que pensaría esa persona si se viera en la situación en que le comunican que tiene una enfermedad incurable y se entera, tras informarse, que estadísticamente pueden quedarle escasos meses.

Habría que ver lo que pensaría esa persona si supiera que va a morir en las próximas horas.

Habría que ver lo que pensaría esa persona si eso le pasara siendo todavía joven, teniendo hijos pequeños, una vida más o menos estable...

¿Se plantearía alguna pregunta acerca del sentido de la vida en general y su vida en particular?

¿Encontraría una conexión lógica entre acabar en nada y el sentido de la vida?

No sé a ti, pero a mí me resulta difícil creer la respuesta anterior. Y tengo experiencia.

Lo divertido (o triste) viene cuando el ateo nos dice que "el sentido de la vida se lo da cada uno independientemente de si va a haber algo después"

Si cada uno se lo da a sí mismo independientemente de que todo acabe en nada, es lo mismo que afirmar que el sentido de la vida se lo inventa cada uno.

Parece que el ateo no ve "conexión lógica" entre el sentido de la vida y que sus padres sufran o mueran, sus hijos sufran o mueran...Parece que no le influye para nada el que pueda haber algo después o un final feliz a todo el sufrimiento de él mismo o de los que quiere. No le ve "conexión lógica"...

Sigamos con la reflexión.

Si ese sentido de la vida, nos lo damos cada uno a nosotros mismos, que quiere decir que admite que carecemos de un sentido de la vida objetivo, o sea, que es algo puramente subjetivo y que no los inventamos sin una base real.

Ahora bien, si eso al ateo le parece lícito, ¿por qué le parece tan mal que haya mucha gente que encuentre en Dios ese sentido o lo haga en la vida eterna u otra creencia similar?

Si al final está admitiendo todos esos inventos para dar sentido a la vida son puramente subjetivos, están tan poco basado en la realidad cualquiera de sus inventos para dar sentido a su vida que los de cualquier creyente.

Si cada uno se da el sentido de la vida sí mismo, ¿qué problema hay en que la gente crea en Dios en base a una pura subjetividad?

¿Es que hay inventos subjetivos mejores que otros?

¿Es que los inventos subjetivos de los ateos para dar sentido a su vida son mejores que los de los creyentes? ¿O es que unos inventos son más inventos que otros....?

Otra frase que se añade:


"Lo que acabas de decir es una falacia de argumentación por consecuencias adversas, basada en el hecho en que para ti la vida no tiene sentido si no es eterna"


Claro, claro...Todos sabemos que para el ateo no tiene ninguna relación con el sentido de la vida el que su familia- y los que quiere- sufran y acaben muriendo.

El conectar esos trágicos hechos con el sentido de la vida es una "falacia lógica” para el ateo...y los demás nos lo tenemos que creer...

Espero que sólo sean afirmaciones superficiales fruto de una "pose atea".

Ahora bien, las situaciones descritas ¿son consecuencias adversas o no lo son? ¿Tiene suficiente fe para creerse que no lo son?

Porque si realmente cree que no son consecuencias adversas suficientes como para afectar el sentido de la vida, tendría que argumentar el porqué no lo son. En caso contrario parece un acto de fe ateo.

Acabamos con la frase final:


"He ahí, una vez mal, otro de los grandes peligros de la
religión: le quita su valor intrínseco a la vida y lo supedita a amigos imaginarios y a historias míticas".


Aquí pasamos de lo grotesco a lo cómico.

¿Qué valor intrínseco a la vida va a quitar la religión si estás afirmando que cada uno se lo da a sí mismo, o sea, se lo inventa subjetivamente?

Si cada uno se da para sí mismo el sentido de la vida, estás admitiendo que no tiene ningún valor ni objetivo ni intrínseco ninguno que no sea una construcción puramente subjetiva...Entonces:


-¿De qué peligro nos habla?

-¿Qué valor intrínseco tiene la vida para ti que tenga un carácter objetivo? Lo necesitarás para poder juzgar las invenciones subjetivas de sentido de la vida religiosas o similares...

¿O la vida sólo tiene un valor objetivo cuando nos interesa?

¿O los sentidos de la vida que damos a nuestra vida son invenciones subjetivas u objetivas dependiendo de lo que nos interese para argumentar?

¿O resulta que las subjetividades ateas son más objetivas?...

Se podría seguir analizando disparates, pero creo que es suficiente para ilustrar la gran capacidad de razonamiento que tienen algunos que se autoetiquetan de ateos racionalistas.


domingo, marzo 19, 2006

"Demuestra que Dios existe"

"Demuéstrame sin falacias que Dios existe"

Es una pregunta que se ve con frecuencia en los foros. Tras bastante experiencia en el tema, cada vez que la leo experimento un gran escepticismo.

Los que la hacen tendrían que ser un poco más honestos y plantear lo que verdaderamente sienten:

"Por mucho que argumentes a favor de Dios, por muy lógicos y persuasivos que sean tus argumentos y por mucho que me demuestres que es absurda la posición
opuesta, NO pienso variar ni un milímetro mi postura".


Lo absurdo de todo esto es que te pidan que les demuestres que están equivocados. Hay pocas cosas que molesten más a la gente que decirles que están equivocados.

Al responder a su desafío ya estás afirmando que no tienen razón, que están en lo falso. En ese momento ya te has metido en un contexto psicológico de resistencia y, por supuesto, de pérdida de tiempo. Es una trampa.

Da igual qué digas, qué argumentes o qué hagas, nada les hará cambiar. Lo único que habrás conseguido es meterte en una dinámica de escalada progresiva. Esto parece ser un principio humano universal.

El que te pregunta tiene el sentimiento y percepción de que Dios no existe. Por la forma en que plantea la pregunta, cree de forma absoluta que tiene totalmente la razón. La radicalidad de ese sentimiento es algo que no tiene nada que ver con razonamientos. Cualquier diálogo en ese contexto es inútil.

Mejor tener estas ideas claras antes de empezar a responder preguntas de personas que no tienen ningún interés por las respuestas. Evitarás falsas expectativas.

El contexto psicológico en el que plantea las preguntas hace que NO pueda tener interés por esas respuestas, independientemente de lo buenas que sean. Tienen un filtro previo muy fuerte.

Vedaderamente lo PEOR que les puede pasar es escuchar respuestas que les desarmen. Si realmente las leen o escuchan,irán pasando de la confusión a la irritación y de la irritación a los ataques personales. Es la escalada progresiva de la que antes hablaba y que suele acabar mal.

Por supuesto, estas reacciones son más frecuentes en gente comprometida públicamente con grupos que tienen posturas muy definidas y cuyo prestigio está por encima de cualquier verdad.

Después de estas reflexiones generales, el asunto es interesante en sí mismo:

¿Cómo nos podemos plantear el tema de las demostraciones de Dios?

En primer lugar hay dejar claro que la pregunta es metafísica. Para evitar un diálogo de besugos habría que ver si para la persona tiene sentido discutir a ese nivel. En caso contrario, habría que aclarar acerca del significado de la pregunta y en el nivel en que se plantea.

En segundo lugar habría que centrarse en la idea de Dios que estamos defendiendo. Si insisten en etiquetar a Dios como un "ente", están atacando un "hombre de paja". Dios no es una "cosa como cualquier otra" que pretendamos demostrar. El diálogo no tiene sentido si no aclaramos esto.

En tercer lugar habría que hablar del tema de las demostraciones ¿Qué es para él una demostración? ¿Qué entiende por prueba? ¿Qué tipo de demostración o prueba le haría cambiar? Es importante escuchar qué respuesta recibes para ver si te piden algo razonable o piden un disparate que no nunca exigirían en su vida habitual.

En cuarto lugar habría que hablar acerca de las cuestiones a las que responde la idea de Dios y sobre las alternativas que nos ofrece el que nos desafía. Con Dios respondemos a una serie de cuestiones. Si al interlocutor le parece que la idea de Dios no las responde, ¿qué alternativas ofrece?

Quizás, a partir de aquí, podríamos empezar a argumentar. El problema es que tras seguir esos pasos suelen aparecer las falacias y contradicciones de los que te piden "demostraciones sin falacias" y ya no suele tener interés ni entrar en el tema.

Es posible que algunos me consideren demasiado pesimista, pero la experiencia me ha demostrado una y otra vez que estoy en lo cierto. Esto ha sido así independientemente de la cultura o inteligencia del interlocutor.

Por ejemplo, al ir situando la cuestión tarde o temprano te sueles dar cuenta de que te piden demostraciones o pruebas absolutas de que Dios existe. Y aquí nos encontramos con una falsedad.

Las pruebas absolutas sólo se dan en matemáticas y, como Gödel nos mostró, con limitaciones.

Desde luego, la ciencia no funciona con pruebas directas y absolutas. La ciencia suele funcionar muchas veces con pruebas indirectas y siempre parciales.

Si el que pide "demostraciones y pruebas" se presenta como "defensor de la ciencia", mejor sería que se planteara qué pasaría si en ciencia siempre se pidieran pruebas directas y certezas absolutas...

sábado, marzo 18, 2006

¿Es tan antropocéntrica la ciencia como la religión?

Se acusa muchas veces a la religión de ser antropocéntrica. Se le acusa de tener la idea de que el ser humano es, de alguna manera, el centro del universo y que Dios ha creado ese universo en función de él. Esta visión se considera poco creíble teniendo en cuenta los resultados de la ciencia acerca del universo y la evolución.

No obstante, si analizamos la forma en que funciona la ciencia, en su núcleo también presenta lo que podríamos llamar antropocentrismo.

¿En qué me baso para hacer semejante afirmación?

Si observamos de cerca, veremos que los científicos, en su investigación, asumen implícitamente que su mente está configurada de forma que pueda comprender la realidad. Es lógico. Si no asumimos eso, ¿porqué vamos a hacer ciencia?

Lo que me llama poderosamente la atención es que eso me parece una forma de antropocentrismo o, incluso de antropomorfismo.

De alguna forma, para el científico la realidad tiene una forma racional y entendible por el ser humano (antropomórfica) y, en mi opinión, esto implica que, en ese sentido, sí somos el centro del universo (antropocentrismo).

Todo esto es muy interesante porque conecta la idea básica de las religiones monoteístas con la misma esencia de los supuestos de la ciencia (realidad externa a nosotros y nuestra capacidad de conocerla).

A pesar de todo, esto tiene que matizarse y ahí empieza lo más interesante.

Tras investigar la realidad e ir avanzando acerca de su configuración y acerca del proceso evolutivo, no se pueden hacer esas afirmaciones tan tajantes acerca del ser humano.

En realidad, todo parece indicar que los seres humanos como tales somos un producto accidental del universo y fruto de demasiadas contingencias azarosas y accidentales.

Entonces, ¿en qué quedan esas observaciones de antropocentrismo y antropomorfismo aplicados a la ciencia?

Pienso que no se aplican al ser humano como tal, sino a algo más esencial: nuestra inteligencia.

Los seres humanos seguramente somos un punto intermedio evolutivo entre otros. Quizás en millones de años evolucionemos hacia a seres mentalmente inimaginables por nosotros. O quizás seamos un callejón sin salida. Es posible.

Lo que sí tengo claro es que nuestra inteligencia, nuestra capacidad de autoconsciencia y análisis de la realidad, no son un callejón sin salida ni algo trivial, sino una propiedad emergente de la materia que nos comunica algo muy profundo acerca esa realidad.

Seguramente nosotros sólo poseemos un destello inicial de esa capacidad que llamo "inteligencia", pero en ella radica el CENTRO alrededor del que gravita la ciencia.

Mi postura no es un antropocentrismo, sino un inteligenciocentrismo. Una propiedad de la que el ser humana presenta un destello.

Creo que la religión, en su antropocentrismo vislumbró toscamente algo que responde a la realidad y que es el inteligenciocentrismo que se esconde en la ciencia.

jueves, marzo 16, 2006

El Fundamentalista Ateo y sus Graciosas Contradicciones

Algo que me parece interesante de internet es que puedes encontrar a gente con opiniones dispares, incluidas las más disparatadas. Un caso concreto es lo que yo etiqueto de fundamentalista ateo.

¿En qué consiste su discurso?

En realidad es muy simple. Básicamente consiste en la creencia y afirmación de que la religión, en cualquiera de sus manifestaciones, se debe a la estupidez humana generalizada y a la maldad de unos cuantos que se aprovechan de los demás.

No vale la pena analizar excesivamente afirmaciones que salta a la vista que surgen de problemáticas emocionales. Es evidente el patrón básico del fanático que configura sus opiniones basándolas en un todo-nada, bueno-malo, conmigo-contra mí.

En realidad, no tienen nada de particular estas afirmaciones porque se puede entender que formas de vida simples den explicaciones de la realidad simples y respondan de forma simple.

Lo preocupante y el máximo de lo grotesco se alcanza cuando la misma persona que hace esas afirmaciones se define como racionalista y defensor del pensamiento crítico.


Peor todavía cuando puedes observar que otros que se definen como racionalistas o escépticos, no le responden y le siguen la corriente....¿Será por miedo? ¿O es que abunda este tipo de gente entre los que se definen como racionalistas y escépticos? No lo sé, pero me da miedo.

Me pregunto de forma ingenua:

¿Seguro que todos los que tienen algún tipo de creencia religiosa son estúpidos? ¿Puede alguien garantizar que están absolutamente equivocados en todo? ¿Seguro que todos los que tienen un cargo clerical son malos? ¿Son más o menos malos o estúpidos que esos ateos que hacen afirmaciones tan simples como llenas de odio irreflexivo?

¿Hay algún destello de racionalidad en alguien que pretende explicar un fenómeno humano universal como el religioso con un par de afirmaciones tan simples como cargadas emocionalmente? Lo dudo. Salta a la vista la simpleza de esas afirmaciones y la exacerbación de la peor de las emociones.

Al margen de la inutilidad de usar el insulto como argumento, el basar el análisis de un fenómeno humano en un par de valoraciones éticas, no nos aporta nada ni nos da ninguna información. No nos sirve para entender y mucho menos para cambiar nada. Además, habría que ver la "base empírica" y la "racionalidad" del supuesto racionalista que juzga moralmente a los demás. Las valoraciones éticas suelen estar bastante repletas de emociones.

En algo estoy de acuerdo con esta gente. Abunda la irracionalidad y la superstición. Sería interesante que aumentara la gente que tuviera la razón como un valor importante.

Soy también pesimista como ellos. Ahora bien, mi pesimismo es mayor que el de ellos porque muchos de los que se consideran racionalistas dan abundantes ejemplos de irracionalidad. El que hemos comentado es un ejemplo.

Prefiero no imaginarme una sociedad dirigida por semejantes "pensadores críticos" y "racionalistas". Me da miedo.
¡Que Dios nos libre!


miércoles, marzo 15, 2006

¿Quién es Dios? ¿Qué entiendo por Dios?

Al declararme deísta, alguna vez me han hecho las preguntas anteriores y he intentado dar una respuesta. La mayoría de veces he intentado organizar mi pensamiento para dar una respuesta formal y que podría ser más o menos académica. Quizás daba respuestas que me sirvieran para dar responder a posibles replicas y ataques del que preguntaba.

La verdad es que reflexionando acerca de mis respuestas he podido ver que no eran respuestas que yo sentía internamente, sino respuestas al exterior, a la galería, de lo que se supone debía creer u opinar.

Mis respuestas no me han dejado satisfecho porque, aunque pudieran tener un valor racional, no respondían a lo que yo realmente siento. Opiniones demasiado artificiales y, por eso, esta vez prefiero darme una respuesta a mí mismo. Creo que debo sincerarme conmigo mismo.

¿Qué entiendo por Dios?

En realidad, la pregunta correcta sería:


¿Quién es Dios para mí?

Ante todo siento que Dios está ahí y que es Alguien.

La idea de Dios es en mí un sentimiento, una emoción que hace referencia a una Presencia que siempre me ha acompañado con mayor o menor intensidad.

Yo no creo porque primariamente haya llegado a la conclusión racional de que Dios existe o de que hay argumentos para creer que puede estar ahí. En realidad, yo en mi interior SÉ que está ahí.

El dar mil vueltas, el usar miles de argumentos, puede ser interesante, entretenido,importante y necesario; pero para mí es irrelevante. Simplemente yo sé que estás ahí.

¿Cómo lo sé? En realidad no lo sé, pero lo siento, lo percibo. Negarlo sería engañarme a mí mismo. Negarlo sería algo así como negar el Sol o la Luna o a alguien que conozco.

Cualquier argumentación, cualquier reflexión, por profunda y elaborada que sea ha sido una reflexión posterior acerca de aquello que ya conocía.

Otras veces mi discurso ha sido una reflexión para coordinar mis sentimientos de mi sensación de presencia de Dios con mis conocimientos, con mis circunstancias o con aquello que ya sabía.

¿Quiere decir que esto que sea una idea irracional?

No. Sólo quiere decir que mi respuesta es primariamente un sentimiento consecuente con una percepción profunda. Una percepción que por vías racionales se puede argumentar muy bien.

Para mí Dios es "alguien". El decir "alguien" quiere decir que tiene algo en común con nosotros. A falta de otra palabra mejor uso la etiqueta "Inteligencia".

Pienso que todo lo que existe, existe por Dios. Creo que todo empieza y acaba en Dios.

Identifico a Dios con el bien ético, con lo bueno. Identifico a Dios como el fundamento del bien y de lo justo.

Identifico a Dios con el sentido y significado profundo de la vida humana, de toda vida y de todo lo que existe.

Creo que sin Dios se pierde la base del bien o la justicia. O quizás sería mejor decir que ese fundamento no existiría o sería el absurdo.

En definitiva, creo en Dios porque desde la percepción, los sentimientos y la razón sé que está con nosotros.

Puedo imaginarme que alguien lee y va pensando que mi respuesta es demasiado emocional; pero ¿ realmente lo es?

Al menos, de entrada sí que es primariamente emocional. Como mi respuesta es sincera y parte de lo que realmente siento, necesariamente ha de serlo porque esa es nuestra naturaleza.

Cualquier persona que opine visceralmente lo opuesto que yo (un ateo), si es sincero, sabe que tendrá que responder en primer lugar desde las emociones. Los razonamientos presentados inicialmente son una fachada, una cortina de humo y un autoengaño.

El negar nuestro aspecto primariamente emocional es una falsedad y, como tal, irracional. No podemos entender racionalmente la realidad y al ser humano si no entendemos que nuestra percepción está impregnada de emoción. No puedes ser un verdadero racionalista si no admites, eres consciente y entiendes de este hecho.


martes, marzo 14, 2006

Nuestro Parentesco con los Animales

Sabemos que en caso de dudas acerca de la paternidad, se pueden hacer pruebas genéticas que comparen el material genético entre individuos. Con esas pruebas genéticas podemos saber el nivel de parentesco entre individuos y, en particular, si un individuo es el padre de otro.

Con esta metodología también podemos conocer que todos los humanos tenemos un ancestro común.

Lo mismo se puede hacer entre diferentes especies. Se puede estudiar su material genético y compararlo.

Con estas comparaciones genéticas podemos conocer el nivel de parentesco entre diferentes especies, su proximidad o lejanía, es decir, la proximidad o lejanía del padre común entres esas especies: su ancestro común.

lunes, marzo 13, 2006

Persuasión y Tabaquismo. A propósito de un Caso

En la sala de descanso en donde trabajo he experimentado una pequeña situación relacionada con el tema tratado en la anterior entrada.

Ha salido el tema del tabaquismo y una de las personas ha dicho que le parecía exagerado el acoso contra los fumadores (en España). Esta persona, como todos los que había ahí, tiene una profesión sanitaria y no fuma, al menos en el centro. Hace un par de años que se prohibió fumar en la sala de descanso.

He replicado que me parecía todo lo contrario, que los no-fumadores eran los que siempre habían estado acosados, discriminados y no habían sido respetados.

Es un hecho evidente para todos los que estabamos ahí que en nuestro mismo centro sanitario, cuando ibas a la salita a mitad de mañana, siempre te encontrabas a algún médico y alguna enfermera fumando. Siempre humo y ningún respeto por los que no fumábamos.

En la vida ordinaria, en multitud de ocasiones he ido cafeterías y bares y he tenido que respirar una aire lleno de humo maloliente e insalubre. Ningún respeto ni miramiento para los no-fumadores.

Cuando he ido con mis hijos, he salido de algunos locales antes de sentarme porque el ambiente era irrespirable por el humo de tabaco. Puedo exponerme yo, pero no tengo derecho a exponer a mis hijos pequeños a algo perjudicial. Con mayor razón teniendo en cuenta que uno de mis hijos ha tenido problemas respiratorios ¿Han tenido algún respeto por los no-fumadores o por los niños? Ninguno.

Si alguien es bronquítico crónico, asmático, cardiópata, ¿por qué tiene que respirar en un local cerrado un humo de tabaco que le perjudica? ¿Ha habido algún respeto para estas personas? Ninguno.

Si eres camarero, has tenido un infarto y al recuperarte has vuelto a tu trabajo en un local cerrado, ¿por qué tienes que respirar el humo de tabaco de clientes o de compañeros? ¿Tienen o han tenido alguna vez algún respeto? Ninguno.

¿Hay evidencia abrumadora de que el tabaco es nefasto? Abrumadora.

Dicen que cada uno tiene derecho a suicidarse como quiera. Es posible. Sin embargo, si se expone a padecer enfermedades crónicas que luego hay que tratar con el dinero del sistema público, nos está perjudicando a todos. Dejo este pensamiento ahí.

¿Hay evidencia de que el humo de tabaco perjudica al fumador pasivo? Abrumadora.Hay más de 15 trabajos de investigación que lo confirman en los últimos 20 años.

Volviendo a la situación de diálogo que comentaba al inicio...

A la compañera le comenté que no estaba de acuerdo. Que no hay una acoso al fumador, sino una mayor conciencia de los derechos del no-fumador.

Afirmé que el que fuma puede seguir fumando, pero donde no perjudique o moleste a los que no fuman. Usé algún argumento más.

La persona en cuestión pertenece al sector sanitario y se supone que conoce muchos argumentos aplastantes contra el tabaco. Ella quizás hacía más referencia a una situación de acoso al fumador y a que hay que ser comprensivo. Por supuesto, pero sin que perjudique o moleste a los demás. En fin, lo que usaba para argumentar esta persona era fácilmente refutable...

La curioso es que un mes antes ya hubo un conato de diálogo acerca del mismo tema. En aquella ocasión respondí con mi experiencia personal acerca del acoso a que nos ha sometido los fumadores en locales y centros sanitarios, los demás estaban de acuerdo, la persona en cuestión pareció estar algo de acuerdo y calló...

¿Sirvió para algo?

Teniendo en cuenta los comentarios de hoy, parece que no.

¿Han servido de algo los nuevos comentarios de hoy?

Por supuesto que no.

La persona en cuestión ha insistido en su opinión y, tras algunas respuestas mías y de alguna otra persona, ha insistido en su posición visiblemente incómoda y enojada....

Independientemente del tema en cuestión, creo que sirve para ilustrar el tema comentado en la anterior entrada acerca de la persuasión.

Odiamos que nos digan que estamos equivocados. Cuanto más nos presionan, más insistimos en nuestras ideas.

Odiamos que nos obliguen a comprar una idea (o lo que sea) por bueno que nos demuestren que es.

Dan igual los argumentos, que nos basemos en hechos puros y duros o en una lógica aplastante porque esta es una inclinación de la naturaleza humana y seguirá así.


Cuando alguien ha decidido que tiene una opinión y la defiende públicamente, no la vas a hacer cambiar ni a palos.

Quizás lo que tendríamos que hacer es dejar de luchar contra esas tendencias humanas y estudiarlas, conocerlas y usarlas a nuestro favor.



Los Secretos de la Persuasión (I)


Si nos damos una vuelta por los foros, podemos observar unas pautas que se repiten:

-El ateo quiere que el religioso deje de creer.

-El religioso quiere que el ateo se convenza y crea.

-El de una religión quiere convencer a los de otras de que están en el error y de que la verdadera es la suya.

-El escéptico quiere convencer a los amantes de lo parapsicológico de que eso son tonterías.

-El aficionado a lo esotérico quiere convencer a los escépticos de que sus experiencias y creencias son ciertas

-Y así sucesivamente...

En realidad es algo generalizado. En nuestra vida cotidiana y en nuestra profesión constantemente nos podemos sorprender a nosotros mismos pretendiendo que los demás cambien su forma de pensar o de actuar.

No obstante, ¿conseguimos cambiar a alguien?

Me temo que rara vez. Parece que cuanto más empeño ponemos en vender nuestras ideas, más resistentes son los demás a comprarlas.

A veces puede que tengamos muy buenos argumentos. Y, como de entrada solemos creer en la racionalidad y buena fe de las personas, los usamos directamente para convencerles de que están en el error y de que es evidente que nosotros tenemos la razón.

¿Y qué ocurre?

Que la otra persona no cede o incluso persiste más en su opinión y eso transforma el diálogo en una especie de lucha o forcejeo frustrante.

¿Dónde está el problema?

En mi opinión en aspectos de la naturaleza humana tan conocidos por todos como ignorados. Rápidamente se me ocurren dos tendencias humanas:

1-Odiamos que nos digan que no tenemos razón. No nos gusta que nos digan que estamos equivocados.Cuando eso ocurre, lo experimentamos como algo aversivo.

2-Odiamos que nos presionen para vendernos algo. Nos gusta que comprar lo que creemos que necesitamos, pero no nos gusta que nos vendan nada por muy bonito que sea.

Teniendo en cuenta esto, ¿por qué nos sorprendemos cuando nuestros mejores argumentos son ignorados o despreciados? Y todavía peor, ¿por qué nos sorprendemos de que nos ignoren cuando esos argumentos los acompañamos de cierta chulería, o incluso desprecio o sarcasmo?

A mi modo de ver, en la mayoría de los casos nos encontraremos que con esos enfoques directos generaremos una resistencia progresiva. Nos servirán para desahogarnos o reafirmarnos, pero no para convencer.

Y recordemos que si las ideas que proponemos pueden implicar un cambio en la forma de vida de la persona, es posible que convenzamos, pero que eso no llegue a tener un efecto real.

Puede ser que teóricamente hayamos convencido a la persona, pero que esta no tenga sensación de autoeficacia en cuanto a la aplicación de esos cambios en su vida. Un tiempo después puede que racionalice y vuelva a su opinión inicial.

¿Cómo actuar?

Quizás, en la mayoría de ocasiones, el ceder será nuestra mejor estrategia y evitaremos escaladas progresivas tan agresivas como estériles. Como decía alguien, "es mejor ser rico que tener la razón". Yo añadiría, " es mejor estar vivo, que tener la razón".

Sin ponernos en situaciones extremas,¿qué hacer en las pocas ocasiones en las que sea imprescindible intentar convencer o, al menos, dejar clara nuestra posición?

Si es así, el enfoque suave e indirecto parece que será la mejor estrategia en la mayoría de los casos. Por ejemplo,las preguntas planteadas de una forma respetuosa y las historias personales pueden ser estrategias muy eficaces.

La única excepción serán las situaciones de tipo técnico. Cuando tiene que hablar el médico, el abogado o el ingeniero a sus clientes tendrán que ser más directos. E incluso ahí, muchas veces la prudencia, la diplomacia y la suavidad suelen ser necesarias. La autoridad muchas veces es una condición necesaria para convencer, pero no suficiente.

domingo, marzo 12, 2006

"El Secreto del Éxito de la Religión"

Seguro que se han escrito muchos libros acerca del tema, pero para lo que nos interesa, me centraré en un solo punto del artículo anterior.

Planteábamos que las religiones deben tener algo positivo para la especie humana en lo que se refiere a su supervivencia. De todos los factores que podríamos comentar me centraba en uno muy básico: la esperanza.

Si nos fijamos, cuando las personas estamos en algún callejón sin salida, escuchamos a quien nos ofrece esperanza y, muchas veces, le seguimos. Esto parece una regularidad o un principio básico de la naturaleza humana.

Pero ¿cuál es el callejón sin salida humano al que las religiones dan una esperanza?

El sufrimiento y la muerte.

Las religiones nos ofrecen la esperanza de que estas duras realidades no nos conducen al absurdo. Nos ofrecen una esperanza a través de la creencia de que nuestra vida tiene un sentido y significado dentro del cosmos y de que no acaba con la muerte del cuerpo.

El beneficio de las religiones es tranquilizar al ser humano. Es lo que hace la madre cuando consuela al hijo tras una pesadilla y le dice que sólo ha sido un mal sueño, que la pesadilla era sólo un espejismo que parecía real, pero que no lo era.

Las religiones pueden ofrecer este beneficio a todo el mundo. Da igual que seas rico o pobre, patrón u obrero, culto o ignorante, capitalista o comunista, víctima o verdugo. Para todos hay algo que les puede interesar.

Me parece muy ingenuo creer que se puede conseguir una civilización atea sólo con la difusión de la cultura científica y el pensamiento crítico. Se tendría que dar grandes ventajas adicionales al hecho de ser descreído.

¿Por qué vas a dejar unas creencias que te dan una gran esperanza vital por muy científica que sea tu sociedad?

Para la inmensa mayoría de gente no habrá ningún conflicto por muy cultivada e inteligente que sea. Incluso si nos dedicamos a la ciencia, los conflictos sólo se darán en cuestiones puntuales y, si las propias creencias son flexibles, en la mayoría de casos esos conflictos se podrán racionalizar con éxito.

En mi opinión el coste psicológico del ateísmo es muy grande para la mayoría de las personas si no obtienen algún fuerte beneficio adicional por mantener esas ideas.

Y en realidad no nos hemos detenido a analizar la verdad o falsedad de esa esperanza básica que ofrecen las religiones.

El que podamos lanzar la acusación de que ofrecen una narcotización no nos dice nada de su verdad o falsedad.

Las drogas pueden sedar, tranquilizar, euforizar,... pero no por eso dejan de ser reales tanto ellas como sus efectos.

El que una creencia nos tranquilice, nos alegre o nos ofrezca esperanza no implica que sea falsa...


sábado, marzo 11, 2006

"¿La Religión es Mala?"

En algunos foros periódicamente aparece alguna persona afirmando que la religión es irracional, mala y nefasta para la sociedad. A continuación deducen que debería eliminarse totalmente. Después pasan a exaltar el racionalismo, la ciencia,etc.

¿Qué comentar acerca de esto? ¿Está todo tan claro?

La verdad es que este discurso me produce emociones contradictorias.
Por una parte estoy de acuerdo en algunas afirmaciones, pero tengo muchas dudas en otras. Soy una persona que tiene mucha dificultad para plantearse la realidad en forma de blanco-negro, todo-nada o buenos-malos.

Me gusta la idea de ser racionalista, me gusta la ciencia y la considero el gran logro de la humanidad. Pienso que se debe estimular el pensamiento crítico, la ciencia y la cultura en general para toda la población.

Pero, ¿realmente es tan mala la religión?

Es cierto que se han cometido grandes crímenes en nombre de la religión y de las creencias religiosas. Es cierto que la religión tiene componentes irracionales y que muchas veces ha estimulado esa irracionalidad. Sin embargo, pienso que también mucha gente ha luchado contra la crueldad en nombre de la religión y han habido muchos aportes positivos.

Hay algunas preguntas que siempre me dan vueltas cuando se afirma la maldad de la religión. Si eso es verdad:

-¿A qué se ha debido el espectacular éxito de la religión si no tiene nada bueno?

-¿Realmente no ha tenido ninguna función positiva?

-¿Quizás la misma selección natural haya facilitado esa predisposición a la religiosidad igual que ha facilitado la aparición de la racionalidad?

Si esto último es cierto, la religión ha tenido una función biológica y social positiva en nuestra superviviencia como especie. Un factor positivo que me parece demasiado importante y evidente como para despreciarlo de forma tan radical y superficial como hacen algunos. Hay que analizarlo y no simplemente despreciarlo o, lo que es peor, odiarlo.

Me parece irracional adoptar la actitud desprecio u odio. Y lo triste es que la mantienen muchos de los que después se quejan de la irracionalidad imperante en la sociedad. Ven la paja en el ojo ajeno, pero no el tronco en el propio.

En realidad, les pasa como a todo el mundo, simplemente humanos. Me parece que sus conceptos morales de lo que es bueno o malo les generan emociones exacerbadas que les impiden ver algo evolutivamente tan sencillo.

Parece que no se detienen a valorar la racionalidad de su propia base moral con la que juzgan la religión ¿Seguro que es racional? ¿Seguro que no tiene una base fuertemente emocional?

Creo que el propósito debe ser analizar y valorar la religión en el contexto de la especie humana, en lugar de dejarnos llevar por emociones descontroladas. Quizás así podemos aprender algo.

Por ejemplo, se critica la religión porque se fundamenta en la fe y la fe se considera irracional. En base a eso se argumenta que es mala y que se debe eliminar...

Sin entrar en las peliagudas cuestiones de la base moral con las se juzga y que ya he comentado, ¿realmente el tema es tan sencillo como argumentan? Me temo que no.

Detrás de la etiqueta "fe" se oculta algo más básico: la esperanza. Y la esperanza me parece que se merece una análisis algo más profundo y racional que despreciarla como irracional.

¿Seguro que la esperanza es tan irracional?

Propongo que investigemos al que se considere más racional de entre nosotros para ver si él o ella no se mueve por la esperanza ¿Pasaríamos la investigación con éxito?

Sintetizando:

Pienso que muchos de los defectos de la religión no son producto esencial de la propia religión, sino de la naturaleza humana.

Si se eliminara la religión, la naturaleza humana sería la misma. Como consecuencia, mi predicción es que las mismas masacres y crueldades se seguirían cometiendo, pero en nombre de cualquier otra cosa o idea que la sustituyera.

No veo porqué no se cometerían atrocidades en nombre de la racionalidad, el escepticismo o cualquier otra cosa, incluyendo la ciencia....
Quizás esas crueldades se han cometido ya.