En la sala de descanso en donde trabajo he experimentado una pequeña situación relacionada con el tema tratado en la anterior entrada.
Ha salido el tema del tabaquismo y una de las personas ha dicho que le parecía exagerado el acoso contra los fumadores (en España). Esta persona, como todos los que había ahí, tiene una profesión sanitaria y no fuma, al menos en el centro. Hace un par de años que se prohibió fumar en la sala de descanso.
He replicado que me parecía todo lo contrario, que los no-fumadores eran los que siempre habían estado acosados, discriminados y no habían sido respetados.
Es un hecho evidente para todos los que estabamos ahí que en nuestro mismo centro sanitario, cuando ibas a la salita a mitad de mañana, siempre te encontrabas a algún médico y alguna enfermera fumando. Siempre humo y ningún respeto por los que no fumábamos.
En la vida ordinaria, en multitud de ocasiones he ido cafeterías y bares y he tenido que respirar una aire lleno de humo maloliente e insalubre. Ningún respeto ni miramiento para los no-fumadores.
Cuando he ido con mis hijos, he salido de algunos locales antes de sentarme porque el ambiente era irrespirable por el humo de tabaco. Puedo exponerme yo, pero no tengo derecho a exponer a mis hijos pequeños a algo perjudicial. Con mayor razón teniendo en cuenta que uno de mis hijos ha tenido problemas respiratorios ¿Han tenido algún respeto por los no-fumadores o por los niños? Ninguno.
Si alguien es bronquítico crónico, asmático, cardiópata, ¿por qué tiene que respirar en un local cerrado un humo de tabaco que le perjudica? ¿Ha habido algún respeto para estas personas? Ninguno.
Si eres camarero, has tenido un infarto y al recuperarte has vuelto a tu trabajo en un local cerrado, ¿por qué tienes que respirar el humo de tabaco de clientes o de compañeros? ¿Tienen o han tenido alguna vez algún respeto? Ninguno.
¿Hay evidencia abrumadora de que el tabaco es nefasto? Abrumadora.
Dicen que cada uno tiene derecho a suicidarse como quiera. Es posible. Sin embargo, si se expone a padecer enfermedades crónicas que luego hay que tratar con el dinero del sistema público, nos está perjudicando a todos. Dejo este pensamiento ahí.
¿Hay evidencia de que el humo de tabaco perjudica al fumador pasivo? Abrumadora.Hay más de 15 trabajos de investigación que lo confirman en los últimos 20 años.
Volviendo a la situación de diálogo que comentaba al inicio...
A la compañera le comenté que no estaba de acuerdo. Que no hay una acoso al fumador, sino una mayor conciencia de los derechos del no-fumador.
Afirmé que el que fuma puede seguir fumando, pero donde no perjudique o moleste a los que no fuman. Usé algún argumento más.
La persona en cuestión pertenece al sector sanitario y se supone que conoce muchos argumentos aplastantes contra el tabaco. Ella quizás hacía más referencia a una situación de acoso al fumador y a que hay que ser comprensivo. Por supuesto, pero sin que perjudique o moleste a los demás. En fin, lo que usaba para argumentar esta persona era fácilmente refutable...
La curioso es que un mes antes ya hubo un conato de diálogo acerca del mismo tema. En aquella ocasión respondí con mi experiencia personal acerca del acoso a que nos ha sometido los fumadores en locales y centros sanitarios, los demás estaban de acuerdo, la persona en cuestión pareció estar algo de acuerdo y calló...
¿Sirvió para algo?
Teniendo en cuenta los comentarios de hoy, parece que no.
¿Han servido de algo los nuevos comentarios de hoy?
Por supuesto que no.
La persona en cuestión ha insistido en su opinión y, tras algunas respuestas mías y de alguna otra persona, ha insistido en su posición visiblemente incómoda y enojada....
Independientemente del tema en cuestión, creo que sirve para ilustrar el tema comentado en la anterior entrada acerca de la persuasión.
Odiamos que nos digan que estamos equivocados. Cuanto más nos presionan, más insistimos en nuestras ideas.
Odiamos que nos obliguen a comprar una idea (o lo que sea) por bueno que nos demuestren que es.
Dan igual los argumentos, que nos basemos en hechos puros y duros o en una lógica aplastante porque esta es una inclinación de la naturaleza humana y seguirá así.
Cuando alguien ha decidido que tiene una opinión y la defiende públicamente, no la vas a hacer cambiar ni a palos.
Quizás lo que tendríamos que hacer es dejar de luchar contra esas tendencias humanas y estudiarlas, conocerlas y usarlas a nuestro favor.
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